Querella al FBI imputa malversación y conflictos de interés en la oficina de Jenniffer González en Washington

El documento señala que empleados de la comisionada residente pagados por el Congreso hacen trabajo político en horas laborables de forma ilegal o antiética

Por Rafelli Gonzalez

12 de abril de 2024, 7:45 p. m.

Querella al FBI imputa malversación y conflictos de interés en la oficina de Jenniffer González en Washington

Las autoridades federales pudieran dar paso a una investigación que salpica a la oficina de la Comisionada Residente en Washington, Jenniffer González Colón, luego de que recibieran una querella con alegaciones sobre mal uso de fondos federales y serios conflictos de interés que supuestamente cometió una de sus empleadas de alto nivel.

Se trata de la licenciada Verónica Ferraiuoli-Hornedo, quien desde octubre de 2017 se ha desempeñado como empleada bajo la supervisión de González-Colón, inicialmente a tiempo parcial y desde abril de 2019 como empleada a tiempo completo. Según la querella, Ferraiuoli-Hornedo actualmente ocupa el cargo de Jefa Adjunta de Personal y Asesora Legal, con un salario mensual estimado de $10,416 y es la esposa del conocido cabildero Francisco Domenech, quien funge como el director de la campaña de la comisionada residente, quien aspira en convertirse en la candidata a la gobernación por el Partido Nuevo Progresista (PNP) de lograr prevalecer en la primaria contra el gobernador Pedro Pierluisi Urrutia.

El documento de 11 páginas fue recibido por las oficinas del FBI en San Juan el pasado 9 de abril. La queja fue dirigida al Fiscal Federal para el Distrito de Puerto Rico, Stephen Muldrow, el agente especial a cargo del FBI en San Juan, Joseph González y el presidente del Comité de Ética de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Michael Guest.

La querella alega que Ferraiuoli-Hornedo cometió los siguientes actos contrarios a la ley:

1- Incompatibilidad Laboral: De acuerdo con la querella, Ferraiuoli-Hornedo ha litigado en casos contra el gobierno de Estados Unidos mientras estaba empleada por la Cámara de Representantes, lo que presenta un conflicto de interés dado su acceso a información confidencial y privilegiada.

2- Uso de Tiempo de la Cámara: Según la queja, se acusa a Ferraiuoli-Hornedo de gestionar casos privados durante horas laborales federales, lo que podría interpretarse como una malversación de fondos federales.

3- Representación de Intereses Privados: De acuerdo con el documento presentado ante el FBI, Ferraiuoli-Hornedo representó a clientes privados, incluido el Colegio de Médicos y Cirujanos de Puerto Rico, mientras su esposo era el cabildero de la misma institución y a pesar de trabajar en la Cámara de Representantes federal.

La queja presentada por un consultor de nombre Carlos Díaz, también menciona a otros empleados en nómina de la comisionada residente en Washington como Marieli Padró Raldiris, quien dentro de la campaña de la aspirante a la gobernación por el PNP ocupa el puesto de directora de comunicaciones y prensa. Padró Raldiris devenga un salario aproximado de $11,000 al mes como directora de comunicaciones de la oficina congresional de González Colón.

Orlando Pagán, quien ocupa el puesto de director de operaciones de campo en la campaña primarista y devenga alrededor de $8,000 mensuales como "Office Manager y Caseworker" de la comisionada, y la expresidenta de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, Zaida “Cucusa” Hernández con sueldo de $5,000 mensuales como asesora legal, también fueron mencionados en la queja.

La querella señala que los tres empleados congresionales están siendo utilizados en actividades políticas relacionadas con la campaña a la gobernación durante horas laborales regulares, lo cual podría ser inapropiado dado sus diferentes roles en la casa federal de las leyes. La implicación de empleados en la campaña política de un miembro del Congreso como González Colón durante horarios de trabajo es central en las acusaciones planteadas a lo largo de la querella.

InDiario no ha podido obtener reacciones de la comisionada residente ni de la licenciada Ferraiuoli-Hornedo a través de la directora de comunicaciones de la oficina de González Colón en la capital federal. Llamadas y mensajes de texto a Padró Raldiris no han sido contestados al cierre de este escrito.