AOC gasta casi $50,000 en Puerto Rico mientras ocurría la residencia de Bad Bunny a la que asistió
Los gastos aparecen en informes de la FEC revisados por BizPac Review, que vinculó las fechas con la presencia de la congresista en los conciertos
Por Redacción InDiario|Política|

La congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez reportó casi $50,000 en gastos de campaña durante una visita a Puerto Rico que coincidió con su asistencia a la residencia de Bad Bunny en el Coliseo de Puerto Rico, según documentos públicos de la Comisión Federal Electoral (FEC) y el análisis publicado por BizPac Review hoy, jueves.
El medio conservador señaló que la congresista fue vista en el Coliseo durante la serie de conciertos del artista urbano, mientras su comité registraba gastos significativos en la isla. Entre ellos figuran $15,489.77 en hospedaje en los hoteles Palacio Provincial y El Convento, según las cifras detalladas en los reportes oficiales. Asimismo, los documentos muestran $10,743.13 en comidas y “catering”, además de más de $23,000 en “venue rental” (alquiler de espacio) en el Coliseo de Puerto Rico, la misma instalación donde Bad Bunny celebró su residencia "No me quiero ir de aquí".
Aunque los archivos de la FEC no especifican que los gastos estuvieran destinados directamente al espectáculo, BizPac Review destacó que las transacciones y la presencia pública de la congresista coinciden con los días de los conciertos, lo que ha generado cuestionamientos entre críticos que consideran incongruente su discurso sobre gentrificación y uso ético de fondos con el monto de dinero desembolsado durante su estadía.
En declaraciones a Fox News Digital, el director de campaña de Ocasio-Cortez, Oliver Hidalgo-Wohlleben, defendió la visita y los gastos, señalando que la congresista “viaja regularmente a Puerto Rico para apoyar causas locales y organizar eventos que requieren tanto personal como seguridad”. El funcionario aseguró que Ocasio-Cortez “continuará siendo activa en la defensa de la isla y de la diáspora”.
El vínculo temporal entre el gasto reportado y la residencia de Bad Bunny, ampliamente difundido en redes sociales y recogido por medios conservadores, ha intensificado el escrutinio sobre el manejo de fondos de campaña por parte de la congresista.
