Música, tecnología y economía: Puerto Rico se prepara para liderar el futuro laboral desde el ritmo
Desde la producción hasta la distribución digital, expertos explican cómo dominar herramientas digitales puede abrir puertas a la economía global

Con un llamado claro a reconocer que “los trabajos en música son trabajos en tecnología”, el evento Build a Beat: Building Puerto Rico's Tech-Driven Music Economy unió hoy a líderes de la industria musical, del sector tecnológico y de desarrollo laboral en el teatro de Atlantic University College.
La jornada organizada por la insitución universitaria con Beyond Code Collective, en colaboración al Centro Unido de Detallistas (CUD), Beat Down y Katch Skills, sirvió de plataforma para delinear cómo la intersección entre arte y tecnología puede abrir nuevas rutas de empleos bien remunerados para los puertorriqueños.
El evento contó con el respaldo del presidente del CUD, Dr. Ramón Barkin Torres, quien reiteró la importancia de impulsar industrias creativas con componentes tecnológicos.
A preguntas de InDiario, el experto reconoció que aunque los datos sobre el desarrollo económico del sector musical en Puerto Rico son escasos, la organización que preside está inmerso en su recopilación, pues reconoce que la aportación de esta industria creativa es sustancial, particularmente para la economía informal.
La conversación fue guiada por la moderadora Stephanie Santiago Rolón, CEO de Elevated Music Industries, quien destacó que “Puerto Rico tiene uno de los ecosistemas musicales más vibrantes del mundo, y esta es una oportunidad para transformarlo en un eje de innovación”.
Desde el escenario, Cristina Mancini, CEO de Black Girls Code, motivó al público joven a pasar de ser consumidores a líderes en la creación de herramientas tecnológicas aplicadas a la música. "La tecnología toca todo, y la música no es la excepción. Hay que apropiarse de ella para crear, organizar y liderar", expresó.
El orador principal fue Emilio Morales, director ejecutivo de Rimas Publishing, quien presentó cifras globales para destacar el impacto económico de la industria musical.
“En 2024, la industria global generó más de $13 mil millones solo por grabaciones. Más del 70% de esos ingresos vienen de plataformas como TikTok y YouTube, lo que evidencia que la música hoy depende de la ingeniería de software, analítica de datos y herramientas digitales”, detalló Morales.
“Puerto Rico tiene el potencial para liderar esta convergencia gracias a su talento bilingüe, nativo digital y una diáspora global con hambre de impacto”, enfatizó.

Uno de los momentos más inspiradores fue la intervención del icónico MC Ceja, quien narró cómo pasó de grabar en cintas de cassette a abrazar la producción digital. “La música urbana nació con tecnología. Ahora con la IA y los nuevos programas, producir es más accesible y divertido, pero sigue siendo un proceso creativo que hay que dominar”.
A su lado, Camile Soto, abogada y esposa del exponente urbano, explicó cómo aprendió distribución y manejo de derechos de autor para lanzar música de forma independiente. “Sin distribución, nadie puede consumir la música. Cada canción necesita un código ISRC para poder generar regalías. Esto es tecnología pura”, dijo la letrada quien mencionó haber trabajado con artistas como Ozuna, Ñejo, Jowell y Randy y Bad Bunny en sus inicios.
Por su parte, el productor tres veces nominado al Grammy, MVSIS, explicó cómo aprendió por su cuenta a producir música con la plataforma Fruity Loops Studio, guiado por su hermano y tutoriales de YouTube, entre otras plataformas digitales.
“Cada proyecto lo tengo respaldado en la nube, cada sonido es organizado con precisión. Esa es la base de mi trabajo”, explicó, mencionando colaboraciones con artistas como Myke Towers, Jhay Cortez y Anuel AA.
Entre el público se encontraban estudiantes del campamento tecnológico de Beyond Code Collective. A ellos se dirigieron los panelistas con consejos sobre cómo pueden formar parte de esta economía sin necesidad de cantar ni rapear. Desde la edición de audio y mezcla, hasta la producción de contenido visual y la programación de algoritmos de distribución, hay un universo de roles técnicos accesibles.