EE. UU. intensifica su presencia militar en Puerto Rico en medio de tensiones regionales
La Isla se convierte en un punto clave en la estrategia estadounidense contra el narcotráfico, con F-35, buques de guerra y altos mandos del Pentágono.


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En una movida estratégica con implicaciones regionales, altos funcionarios del Pentágono llegaron hoy a Puerto Rico mientras el gobierno de Estados Unidos refuerza su presencia militar para combatir el narcotráfico en el Caribe.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el presidente del Estado Mayor Conjunto, el general Dan Caine, realizaron una visita no anunciada acompañados del despliegue de 10 aviones de combate F-35 en territorio puertorriqueño. La llegada de estos oficiales coincide con maniobras coordinadas de la Marina y los Marines en bases locales, así como entrenamientos anfibios que han generado inquietudes entre sectores de la población.
La gobernadora Jenniffer González-Colón respaldó estas acciones, enfatizando que Puerto Rico representa la “frontera caribeña” de Estados Unidos y que este fortalecimiento militar refleja su importancia para la seguridad nacional.
Este incremento de capacidad aérea, naval y terrestre ocurre justo después de un ataque estadounidense contra un barco vinculado al narcotráfico frente a las costas venezolanas, que dejó un saldo de 11 muertos y profundizó las tensiones entre EE. UU. y Venezuela.
Las reacciones en el Congreso de EE. UU. incluyen cuestionamientos sobre la legalidad del ataque y el alcance de la autoridad militar en un escenario que tradicionalmente se ha reservado para operaciones policiales y antinarcóticos
