Daddy Yankee acusa a Mireddys González de "forum shopping" en caso por control de empresas

El exponente urbano Ramón Luis Ayala Rodríguez, conocido globalmente como Daddy Yankee, acusó a su exesposa Mireddys González Castellanos de recurrir a tácticas conocidas como forum shopping para prolongar la disputa judicial sobre el control de sus empresas El Cartel Records y Los Cangris, Inc.

Así lo denunció el artista a travéa de sus abogados en una moción radicada ayer, jueves, ante el Tribunal de Primera Instancia de San Juan, en respuesta a una solicitud de desacato promovida por González y su equipo legal.

“En otro malabarismo argumentativo poco vertical y serio, el 16 de mayo de 2025, la demandada González Castellanos manifestó ante este Honorable Tribunal que era accionista de la entidad Los Cangris Inc. Pero, apenas once días más tarde, el 27 de mayo de 2025, en el procedimiento judicial de disolución que se ventila ante la Honorable Jueza Iris Cancio, sostuvo lo contrario, alegando no ser accionista de dicha entidad. Esta contradicción entre sus posturas procesales revela una estrategia litigiosa incompatible con los principios de buena fe, coherencia procesal y respeto al foro judicial", reza parte de la moción de ocho páginas firmada por el abogado Carlos E. Díaz Olivo y el equipo legal de Lextrategias LLC y Colberg Law.

Los letrados sostienen que González pretende revivir un caso ya resuelto —una demanda interdictal cerrada mediante sentencia final en diciembre de 2024— para formular alegaciones que debieron plantearse en un nuevo pleito ordinario.

La raíz del conflicto legal entre Daddy Yankee y Mireddys González se remonta al anuncio de la disolución de su matrimonio, lo cual desencadenó una batalla por el control de sus negocios musicales y corporativos.

En diciembre de 2024, el tribunal le otorgó a Ayala Rodríguez la presidencia de las empresas El Cartel Records, Inc. y Los Cangris, Inc., así como la responsabilidad de manejar sus finanzas y transición administrativa. No obstante, González ha intentado en múltiples ocasiones reactivar el caso original alegando incumplimientos por parte del artista.

Pero la defensa de Daddy Yankee argumkenta que no solo ha cumplido con lo ordenado, sino que las mociones de González son tardías, improcedentes y motivadas por intereses fuera del marco legal.

“Tal proceder podrá entenderse como estrategia mediática dirigida a procurar titulares en la prensa, pero en lo absoluto es práctica admisible en el desarrollo de un litigio correcto, serio y conforme a derecho”, plantea la representación legal del exponente urbano.

El documento judicial también defiende el manejo de fondos corporativos por parte de Ayala Rodríguez y rechaza las insinuaciones sobre posible malversación de estos. Se alega que los $75 millones bajo control corporativo siguen en instituciones bancarias y que se han entregado los informes financieros requeridos mensualmente y que incluso se ha aumentado su rendimiento.

Además, la moción advierte al tribunal que continuar atendiendo mociones post-sentencia en este caso representaría una indebida extensión de jurisdicción, ya que existe un caso ordinario en curso donde deben canalizarse todas las nuevas controversias.

“Basta ya de consumir la atención, el tiempo y los recursos de esta Sala de recursos extraordinarios en reclamaciones que nunca se presentaron debidamente en alegaciones conforme a derecho”, claman los abogados del cantante.

Daddy Yankee también acusó a González de intentar exigir derechos como accionista en un caso, mientras niega serlo en otro, dependiendo de cuál foro judicial les favorezca, lo que calificó como una estrategia legal incoherente y de mala fe.

En estos momentos, las corporaciones involucradas se encuentran en proceso de disolución formal, lo cual, según los abogados de Daddy Yankee, limita aún más la posibilidad de que González pueda intervenir mediante el expediente interdictal ya cerrado. Cualquier impugnación o reclamación futura, dice la moción, deberá hacerse en el nuevo caso ordinario, que ya se encuentra ante otro tribunal.