La creciente ola de migrantes buscando entrada a Estados Unidos a través de la frontera con México se ha convertido en un desafío mayúsculo para los recursos gubernamentales, ha polarizado al Congreso y se erige como uno de los temas más polémicos en la campaña presidencial de 2024. Quien enfrenta la culpa de la debacle es el jefe del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), quien pudiera estar sumergido en un proceso histórico de residenciamiento (impeachment, en inglés) el cual se estima arranque en los próximos días.
En el marco de este procedimiento, InDiario profundizó en las posibles causas detrás de la determinación de los republicanos con ayuda de tres demócratas en Cámara de Representantes, quienes el 13 de febrero marcaron un hito significativo en la política estadounidense luego de que determinaran con estrecha votación de 214-213 que Alejandro Mayorkas debía ser removido de su cargo tras imputársele negligencia en la ejecución de las políticas fronterizas y una supuesta violación de la confianza pública.
El primer voto para impeachment fue realizado el 6 de febrero de 2024, pero fracasó con un resultado de 214 votos a favor y 216 en contra. Este intento mostró divisiones incluso dentro del partido republicano, con algunos de sus miembros en contra de la medida. Sin embargo, el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara, liderado por el republicano Mark Green, anunció la intención de volver a votar.
Este acontecimiento posiciona a Mayorkas como el primer miembro del gabinete en enfrentarse a un proceso de residenciamiento desde William Belknap en 1876.
De acuerdo con el National Public Radio (NPR) la portavoz del DHS, Mia Ehrenberg, catalogó el posible juicio político como carente de fundamentos evidenciales y jurídicos, al tiempo que interpretó el asunto como una maniobra política más que un esfuerzo por abordar problemas legislativos genuinos. La intención de los representantes republicanos de enfocar el discurso político en la seguridad fronteriza y la regulación migratoria, busca cumplir con las promesas previas de atajar el tema del control fronterizo, un asunto que por años ha sido eje central de la colectividad.
Los cargos formulados contra Mayorkas se resumen en violaciones a leyes de inmigración y seguridad, además de supuestas falsedades en testimonios ante el Congreso federal. Estos señalamientos de ilegalidad giran en torno a la política de libertad a prueba o “parole” migratorio, la cual ha visto un incremento significativo en su concesión bajo la administración actual.
La lectura de los artículos de residenciamiento y el traslado del caso al Senado con mayoría demócratas, anticipa un probable desenlace en el que Mayorkas retenga su posición. ¿Debe Mayorkas permanecer en el cargo?
“Yo estoy seguro de que en el momento en que los demócratas entiendan que es inevitable que el Senado podría de alguna manera probar o declarar culpable a Mayorkas, pues ellos lo retirarían. ¿Qué problema hay con eso? Que para tu poder lograr una convicción en el Senado, no son 51 votos, son dos terceras partes que pasan de los 60. Por lo tanto, necesitarías una gran cantidad de miembros del Partido Demócrata que prestaran el voto para poder entonces lograr la convicción. Y eso hoy, esa parte es importante, hoy es improbable, bien poco probable que suceda, porque en un ambiente politizado, los demócratas van a hacer filas por el partido”, vaticinó el senador novoprogresista José “Quiquito” Meléndez Ortiz.
“Bueno, lo que sucede es que, como todo siempre pasa en la política, esto es un asunto político y estamos de cara a una elección general en noviembre. Claro, los congresistas de los distintos estados están también en sus procesos internos de primaria y buscando asegurar sus posibilidades. Por eso es que los demócratas dicen que esto es un asunto puramente político”, indicó, quien analizó las implicaciones que pudiera tener el desenlace de este proceso sobre la figura del presidente de Estados Unidos, Joe Biden”, añadió el también vicepresidente del capítulo de Puerto Rico del Partido Republicano.
Meléndez Ortiz, quien catalogó de abusivas las concesiones de la administración actual en favor de la entrada de personas con estatus migratorio no definido, entiende que estas responden a la posibilidad de que se pudieran conviertir en votantes demócratas en el futuro cercano.
“Las encuestas han dicho, y esto no es un invento, todas las encuestas principales de distintos medios y think tanks a través de otros estados establecen que para esta elección una de las preocupaciones más grandes que la gente tiene es la frontera. Y el manejo de la frontera se ha convertido en un grave problema para la administración de Biden. Lo que sucede es que la administración Biden, a través de obviamente el secretario Mayorkas, han determinado ampliar unas definiciones dentro de la ley y han permitido la entrada sin consecuencias de muchísima gente. Y eso está creando unos problemas migratorios, no solamente en la frontera, sino inclusive en estados que están tan lejos como Nueva York”, añadió Meléndez Ortiz.
A preguntas de InDiario al presidente del Partido Republicano en la isla, Charles "Charlie" Rodríguez Colón, el expresidente del Senado de Puerto Rico declinó hacer comentarios hasta tanto los artículos de residenciamiento sean presentados y se conozcan los cargos que Mayorkas enfrentará ante el Senado federal.
¿Qué dicen las estadísticas?
Este proceso no solo reviste una importancia política y legal, sino que levanta pasiones entre la comunidad académica por la complejidad y las implicaciones sobre la seguridad nacional y la política migratoria de Estados Unidos. Esta situación, lejos de ser simplista, revela profundas divisiones en la percepción pública y en las propuestas para abordarla, según un estudio reciente del PEW Research Center (PEW).
La encuesta del PEW destaca que los factores económicos, tanto las condiciones precarias en los países de origen de los migrantes como las mejores oportunidades económicas en Estados Unidos, son percibidos como las razones principales del incremento migratorio. Un impresionante 71% de los estadounidenses que se identifican como demócratas o republicanos, identifica como causa significativa de la debacle migratoria la búsqueda de oportunidades económicas.
Sin embargo, las opiniones se polarizan al profundizar en otras razones, de acuerdo al estudio. Mientras que el 65% de los encuestados considera que la violencia en los países de origen es un factor determinante, hay una notable brecha partidista: un 79% de los demócratas y tendientes a serlo ven la violencia como una causa principal, en contraste con solo el 49% de los republicanos y sus simpatizantes.
Esta diferencia se acentúa al evaluar las políticas de inmigración de EE. UU.: el 76% de los republicanos piensa que la facilidad que se percibe para poder permanecer en el país una vez el migrante arriba a este como un incentivo mayor en favor de la migración, frente a un 39% de los demócratas que comparten esta visión.
La percepción sobre la seriedad de la situación en la frontera también destaca en el estudio del PEW, con un 78% de los estadounidenses considerando la afluencia migratoria como una crisis (45%) o un problema mayor (32%). Estas cifras subrayan la urgencia con que se percibe este tema en la sociedad estadounidense.
Esta información crucial, sumada a las implicaciones del venidero proceso de impeachment contra Alejandro Mayorkas, pintan un panorama desafiante para los responsables de la formulación de políticas y para los candidatos en las próximas elecciones presidenciales de 2024.
“Simplemente negar que hay un problema no parece ser la solución, porque todo el mundo está viendo, inclusive los líderes demócratas y los think tanks que son demócratas, que siempre están pendientes de adelantar las políticas demócratas, ya se están quejando de los problemas que tienen en la frontera, así que ya es un nicho que trasciende líneas partidistas, e inclusive los demócratas están pensando que las soluciones republicanas o las propuestas republicanas suenan más coherentes que lo que propone el equipo del presidente”, concluyó Meléndez Ortiz.