El ahora huracán Ernesto, ciclón que como tormenta tropical afectó con fuertes lluvias y potentes ráfagas de viento a múltiples municipios de la mitad este y centro de Puerto Rico, provocó serios y millonarios daños al sector agrícola.
En un recorrido realizado por InDiario a varias fincas del pueblo de Barranquitas se pudo apreciar las pérdidas de miles de plátanos sembrados en diferentes fincas que recibieron alrededor de 10.5 pulgadas de lluvia y algunos vientos fuertes. Sus dueños se encuentran en el limbo, tras no cumplir con el requisito de que el ciclón que destruya la plantación sea catalogado como mínimo un huracán Categoría 1. Este requisito lo impone el seguro agrícola que el agricultor debe pagar de manera obligatoria para proteger el fruto de su esfuerzo.
“Preliminarmente, estamos hablando según nos mencionan los agricultores de 1.9 millones de dólares en pérdidas. Es preliminar porque faltan otros agricultores por entrevistar. Entrevistamos a cuatro de los principales que son los que más terrenos tienen”, adelantó en entrevista telefónica el alcalde de Barranquitas Elliot Colón Blanco, quien con su equipo de trabajo realiza estimados de daños en el sector comercial desde ayer, miércoles.
El ejecutivo municipal desearía poder aportar económicamente a todos los que perdieron sus siembras y cosechas, pero la realidad fiscal no se lo permite. Los recortes al fondo de equiparación, que por cinco años han sido reducidos hasta ser eliminados por completo para el año fiscal 2024, le ha restado de sus arcas un aproximado de $5.5 millones.
Además de la cuantiosa pérdida de cosecha, cerca de la mitad del pueblo de la “Cuna de Próceres” se encuentra sin servicio de energía eléctrica al cierre de este escrito. Sin embargo, muchos comerciantes han podido reabrir sus negocios para recibir clientes debido a que cuentan con generadores eléctricos y gracias a los trabajos de limpieza y despeje de carreteras afectadas por árboles caídos e inundaciones.
“Honestamente, lo más que se vio afectado ayer fueron las carreteras, pero el equipo de trabajo municipal fue excelente. Ahora mismo todo está transitable y el comercio ya hoy, en términos del acceso, los clientes podían llegar. La situación es la energía eléctrica y el agua potable en algunas comunidades, que si no me energizan algunas plantas, se me quedan comunidades sin agua”, subrayó el ejecutivo municipal quien ha estado en contacto con personal de LUMA Energy y espera que gran parte del municipio tenga luz antes de que concluya el día.
Agricultura convencería a la Junta Fiscal
InDiario supo que el secretario de Agricultura, Ramón González Beiró, también se trasladó a Barranquitas durante la mañana de hoy y pudo conversar con los damnificados. Desde ayer, el también agricultor ha visitado fincas en los municipios de Maunabo, Yabucoa y Comerío para orientar sobre las pocas ayudas disponibles al momento. Este panorama pudiera cambiar si el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprueba una declaración de desastre a petición del gobernador, Pedro Pierluisi, lo cual pudiera tardar varias semanas.
Con mucha dificultad por la pobre señal que recibía su celular, el funcionario explicó la dura realidad que atraviesan los agricultores de plátano y café, situación que según un agricultor consultado por este medio se agrava debido el tiempo que tendrían que esperar para recibir dinero bajo otro tipo de seguro que sí cubriría daños ocasionados por tormentas tropicales.
Se trata de un seguro para cosechas no asegurables bajo la cubierta obligatoria, conocido como el Seguro de Asistencia No Emergente para Productores (NAP, en inglés). El NAP es un programa del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, en inglés) diseñado para proporcionar ayuda financiera a los productores de cultivos agrícolas que no son elegibles para el seguro agrícola tradicional. Aunque gran parte de los agricultores cuentan con este seguro para cubrir las pérdidas que resulten de desastres naturales, como sequías, inundaciones y tormentas que afecten su producción agrícola, podrían tardar años en recibir la compensación, la cual generalmente cubre hasta el 50% de las pérdidas de producción o de ingresos, dependiendo del tipo de cultivo.
Al ser cuestionado por InDiario sobre esta realidad, González Beiró adelantó la estrategia que podría poner en marcha para allegar ayuda que le permita a los agricultores volver a sembrar sus productos lo más pronto posible.
“Mas allá de eso, nosotros estamos trabajando un programa de emergencia para tratar de compensarles algo rápido. Ya la próxima semana tendré una mejor idea sobre cuánto será el impacto fiscal, para hacer un planteamiento a la Junta de Supervisión Fiscal y ver cuánto dinero se puede usar para esto”, sostuvo el titular de la agencia. Los fondos que pudieran asignarse a los agricultores damnificados pudieran provenir de ciertas partidas presupuestarias disponibles en la Administración para el Desarrollo de Empresas (ADEA) y/o del Fondo de Innovación para el Desarrollo Agricola (FIDA).
“Tenemos dinero en caja, pero necesitamos la autorización de la Junta”, finiquitó.