Se complica el lío del Supertubo de la AAA por fallas logísticas

Escuelas sin servicio, camiones cisterna insuficientes y recursos de emergencia sin mando claro son algunos de los tropiezos que se han reportado a esta hora

Por Redacción InDiario
Noticias|Oct 22, 2025
(Suministrada)
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Aunque la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) informó esta noche que los trabajos para reparar la avería en la tubería de 72 pulgadas del Superacueducto en Manatí continúan según el plan establecido, fuentes de INDIARIO aseguran que la ejecución enfrenta serios tropiezos y falta de coordinación, lo que agrava la situación de miles de abonados que permanecen sin agua en 15 municipios de las regiones Metro, Norte y Este de Puerto Rico.

Entre las complicaciones principales, se encuentra la situación del Departamento de Educación, que aún no ha podido rellenar las cisternas de 51 escuelas, mientras otras 9 carecen de estos sistemas de almacenamiento. Se determinó que 28 planteles no podrán operar por falta de agua. A esto se suma la falta de coordinación logística dentro de la AAA, que según las fuentes, en momentos desconoce el paradero de los camiones cisterna con los que cuentan para atender la emergencia.

La falta del preciado líquido se intensificó con el colapso del llenadero de Dorado, debido a la baja presión de su pozo. Actualmente, los llenaderos activos se encuentran en Arecibo, Cataño y Río Grande, pero el tiempo promedio de espera para acceder a uno de estos puntos es de aproximadamente unas cinco horas.

La situación también ha impactado a instituciones gubernamentales y al sector privado. Por ejemplo, la Compañía de Turismo solicitó apoyo para llenar las cisternas de varios hoteles que operan en condiciones limitadas.

La avería, identificada el pasado domingo en la línea principal del Superacueducto, provocó que la AAA tuviera que interrumpir el servicio en toda la zona servida por esta tubería de 72 pulgadas, que transporta millones de galones diarios desde la planta de filtros de Manatí hacia los municipios del norte y el área metropolitana.

Aunque la corporación estimó una reparación de entre 36 y 48 horas, la falta de información precisa sobre los avances y los sectores afectados ha generado frustración entre alcaldes y residentes.

Este nuevo episodio en la saga de los servicios esenciales que se deterioran y ocasionan interrupciones masivas deja en evidencia las deficiencias estructurales dentro de la AAA, como la falta de sistemas redundantes para garantizar la continuidad del servicio, la limitada comunicación interagencial y la débil planificación ante emergencias de infraestructura crítica. Estas vulnerabilidades, sumadas a la presión pública por la lentitud en la respuesta, ponen nuevamente sobre la mesa el debate sobre la eficiencia y la transparencia de la corporación pública en el manejo de crisis de gran escala.