Partido Demócrata en Puerto Rico | Ema Marrero Negrón

La candidata a la vicepresidencia pertenece a la plancha del PNP

15 de marzo de 2024, 7:00 p. m.

Ema Marrero Negrón

-De resultar electo(a), ¿cuáles serán los pilares de su plan de trabajo?

Nuestro equipo de delegados está compuesto por profesionales y servidores públicos que sin duda compartimos la visión de la democracia desde la perspectiva de la igualdad. De ser electa, los pilares que identifico como valor añadido al plan de trabajo en conjunto serían, ciertamente, la equidad, la inclusión, un gobierno eficiente centrado en el ciudadano como eje de la operación gubernamental y la calidad de vida, garantizando la diversidad.

-¿Cuál es su visión en torno a los siguientes temas polarizantes dentro de la cúpula del Partido Demócrata?

El reto en lo político no radica en quién grita más fuerte, ya sea los conservadores o los liberales, sino en la protección de la identidad, la dignidad humana y la propia libertad. Por eso es fundamental tener certeza de los temas que se defienden como partido y que por décadas han sido controversiales.

  • Derecho al aborto (libre, restricto o prohibido).

Estamos en un momento histórico en el que nos encontramos debatiendo o defendiéndonos en temas que pensábamos se habían superado, donde aún se cuestiona si se debe tener voz y voto sobre nuestros cuerpos. Es más importante que nunca defender un aborto libre, libre de intervención indebida del Estado en nuestro cuerpo. Apoyo y abogo por políticas que garanticen el acceso seguro y legal a los servicios de aborto. Es fundamental proteger los derechos reproductivos de las mujeres y asegurarnos de que tengamos acceso a atención médica de calidad en todas las circunstancias.

  • Perspectiva de género.

Creo firmemente que lo personal es político y hay pocas cosas tan personales como lo es la identidad y el género. Eso es tema central en todas las políticas y decisiones del partido, promoviendo la igualdad de género en todos los aspectos de la sociedad, incluyendo la política, la economía, la educación y la salud.

Ciertamente, abogaré por políticas públicas que aborden las desigualdades de género y promuevan la inclusión. Como mujer, vivo y siento la diferencia en cuanto a cosas que parecieran ser sencillas pero que se adentran en cuestionar nuestro comportamiento, a limitar los espacios participativos e incluso en las oportunidades laborales. A pesar de los avances y las gestiones que ha realizado el gobierno en el Departamento de Educación y en campañas para atender el asunto de violencia de género como PARE, queda mucho por hacer y precisamente veo la participación en los temas del Partido Demócrata como la oportunidad perfecta para profundizar en el concepto de perspectiva de género. Se ha discutido de manera liviana creando una competencia de quién lo promueve o rechaza en diferentes estructuras institucionales, siendo el Departamento de Educación Pública el más sonado, sin entender en su fondo lo que implica. Olvidamos que la perspectiva de género es una corriente o un enfoque analítico que busca entender y abordar las desigualdades sociales, económicas, políticas y culturales basadas en el género. No tiene que ver con un concepto educativo que se busca promover o cancelar. Este enfoque reconoce que hombres y mujeres tienen diferentes roles, oportunidades y experiencias en la sociedad debido a normas sociales y culturales construidas en torno al género.

En esa línea, defiendo como "perspectiva de género" que debemos integrar a la discusión pública de manera correcta y adecuada para cuestionarnos cómo cultural y políticamente debemos manejar el asunto de género para la convivencia social. Por otro lado, la educación de género implica la estrategia educativa que busca promover la comprensión y el respeto hacia la diversidad de identidades y expresiones de género, así como la igualdad de derechos y oportunidades entre todas las personas, independientemente de su género. Como portavoz, creo medular que debemos promover responsablemente que se entienda el contraste entre ambos pilares en la discusión pública para poder establecer iniciativas en la dirección correcta y garantizar una convivencia de respeto y una sociedad de avanzada sin etiquetar el tema como uno controversial.

  • Status de Puerto Rico.

La opción correcta es la estadidad, de hecho, es la que ha prevalecido en las elecciones y plebiscitos de 2012, 2017 y 2020; se debe salvaguardar la decisión del pueblo. Es absurdo que, a pesar de que somos ciudadanos desde 1917, no tengamos el derecho que más garantiza nuestro acceso y democracia: el derecho al voto. Siempre he visto el asunto del estatus como uno de derechos civiles que afecta nuestra cotidianidad, no solo por factores culturales y políticos, sino también en cuanto al acceso a servicios sociales y progreso. Necesitamos finalizar las diferencias basadas en el estatus de nuestra relación política con Estados Unidos y concentrarnos en el desarrollo de un gobierno avanzado. La mayoría de los puertorriqueños coincidimos en que la democracia implica igualdad y justicia. Debemos fortalecer el tema del estatus desde la óptica de la democracia, exigiendo igualdad y justicia.

  • Derechos económicos, sociales y culturales.

Es necesario proteger y promover los derechos económicos, sociales y culturales de todos los ciudadanos, especialmente de aquellos que están en situaciones de vulnerabilidad. Esto incluye garantizar el acceso universal a la atención médica, la educación de calidad, el empleo digno, la vivienda adecuada y otros derechos fundamentales. Precisamente, uno de los pilares que considero fundamentales es la calidad de vida y, en esa dirección, debemos procurar implementar políticas que reduzcan la desigualdad económica y promuevan la justicia social en Puerto Rico.

La administración actual ha realizado un esfuerzo titánico en atender la necesidad de una estructura gubernamental eficiente y de ejecución, cumpliendo con los requerimientos de la reestructuración de la deuda. Esta es la base para garantizar el desarrollo económico y político y así poder garantizar los derechos económicos, sociales y culturales.

-Sobre la confianza del gobierno federal en la gestión gubernamental local para adelantar los trabajos de reconstrucción con fondos federales:

  • ¿Qué opinión le merece la posible entrada de extranjeros con visas de trabajo para acelerar los proyectos con fondos ya obligados?

Me parece que es lo correcto y lo proactivo a largo plazo. El mundo está en constante movimiento y no podemos permitir que el insularismo afecte nuestra capacidad de progresar. La cantidad de fondos y proyectos que están listos para ejecución es histórica y no poder ejecutarlos sería un lujo que no podemos permitirnos. Contar con la estructura adecuada es necesario no solo por el aspecto de la seguridad y las facilidades ciudadanas, sino también para el desarrollo económico. Que no se puedan llevar a cabo por falta de mano de obra sería desastroso. Por otro lado, viéndolo desde una perspectiva social y cultural, creo firmemente en la diversidad e inclusión y precisamente una de las maneras de preservarla es dando la bienvenida a otros ciudadanos del mundo, sobre todo con las injusticias económicas y políticas que se están sufriendo a nivel internacional. No podemos exigir para nosotros lo que cancelamos para otros.

  • ¿Cómo desde su puesto mejoraría las relaciones entre el gobierno local y el federal, ya sea bajo una presidencia demócrata o republicana?

Ocupando espacios. La democracia es participación y si no ocupamos espacios en todos los escenarios de discusión de política pública, no ganamos acceso y, por ende, progreso. Para poder tener logros concretos, tenemos que estar en constante movimiento, no solo en manifestaciones o incursionando en otros grupos con enfoque en derechos civiles, sino que debemos tener una participación en todos los frentes de la operación gubernamental, donde se toman las decisiones que impactan nuestra convivencia social.