Contrastes entre efectos del golpe de agua en Texas y Puerto Rico
Hasta el momento, las devastadoras inundaciones han causado al menos 90 muertes y más de 41 personas siguen desaparecidas

Un "golpe de agua", término común en Puerto Rico para describir lluvias torrenciales repentinas que causan inundaciones súbitas, puede tener efectos devastadores, pero su impacto varía significativamente según el terreno, la infraestructura y la densidad poblacional.
En Texas, especialmente en áreas como Kerr County, un golpe de agua puede abarcar cientos de millas cuadradas, afectando múltiples condados rurales con ríos crecidos, corrientes desbordadas y comunidades enteras aisladas. La falta de drenaje adecuado en zonas de campo y la cercanía de ríos como el Guadalupe o el Llano pueden hacer que el agua suba varios pies en minutos, arrasando casas móviles, caminos y puentes. Esto explica la alarmante cifra de personas desaparecidas y rescatadas.
En Puerto Rico, aunque las lluvias torrenciales también provocan emergencias graves, las zonas montañosas suelen ver deslizamientos de tierra, obstrucción de carreteras y ríos que se desbordan rápidamente. Sin embargo, la densidad poblacional y la cercanía entre comunidades pueden permitir una respuesta más rápida por parte de vecinos, rescatistas y municipios, aunque las limitaciones en infraestructura siguen siendo un reto.
Hasta el momento, las devastadoras inundaciones en Texas han causado al menos 90 muertes y más de 41 personas siguen desaparecidas, según datos actualizados al cierre de este escrito. La mayoría de las víctimas se concentran en el condado de Kerr, donde se han confirmado al menos 75 fallecimientos, incluyendo 27 niños y 48 adultos.
Uno de los puntos más afectados ha sido el campamento cristiano para niñas Camp Mystic, ubicado a orillas del río Guadalupe. Allí, al menos 27 menores y personal del campamento han perdido la vida, y aún se reportan 10 niñas y una consejera como desaparecidas. El director del campamento, Richard “Dick” Eastland, falleció intentando rescatar a las niñas.
Las lluvias torrenciales, exacerbadas por los remanentes de la tormenta tropical Barry, provocaron que el río Guadalupe se elevara más de 26 pies en apenas 45 minutos, arrasando con estructuras, vehículos y viviendas. Este evento ha sido calificado como uno de los más mortales en la región en el último siglo.
Las operaciones de búsqueda y rescate continúan con el apoyo de autoridades locales, estatales y federales. El presidente Donald Trump ha declarado el estado de desastre mayor para facilitar la asistencia federal.