Podríamos ser multados con hasta $250,000 por viajar a Cuba

Memorando de Donald Trump endurece la política contra el régimen cubano desde la era Obama y confirma el regreso de una estrategia de máxima presión

Por Redacción InDiario
Política|Jul 21, 2025
(Pixabay)
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Viajar a Cuba sin encajar en una de las 12 categorías autorizadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) expone a ciudadanos estadounidenses a sanciones de hasta $250,000, ya sea por violaciones civiles o criminales, además de posibles penas de prisión.

Esta prohibición vigente desde la década de 1960 y reforzada en los últimos años, penaliza el simple hecho de gastar dinero en alojamiento, transporte o tours sin licencia válida. Sin embargo y tan reciente como el 30 de junio de 2025, el presidente de Estados Unidos Donald Trump firmó un memorando de seguridad nacional para reanudar la política de embargo y restricciones hacia Cuba, lo cual restablece la línea dura de las relaciones bilaterales al eliminar las flexibilizaciones implementadas a inicios de año por la administración demócrata bajo Joe Biden.

El memorando prohíbe nuevamente el turismo estadounidense a la isla y exige auditorías estrictas y la conservación de documentación de los viajes durante un mínimo de cinco años. Entre las medidas más destacadas está la prohibición total de transacciones con empresas controladas por el sector militar cubano, especialmente el conglomerado GAESA, que maneja gran parte del turismo, la banca y el comercio en la isla.

Estas restricciones pretenden cortar el flujo de ingresos al régimen, según la Casa Blanca. Sin embargo, estas nuevas directrices han sido denunciadas por autoridades cubanas como un recrudecimiento del bloqueo económico con impacto directo en la población.

El memorando también devuelve a Cuba a la lista de países patrocinadores del terrorismo, una designación que Biden había retirado en enero de 2025 tras un breve proceso de revisión. Esta reincorporación reactiva sanciones adicionales y perpetúa el aislamiento internacional de la isla.

Además, el texto instruye a las agencias estadounidenses a realizar reportes sobre derechos humanos, la situación de prisioneros políticos y la supuesta protección a fugitivos de la justicia estadounidense que se encuentran en Cuba.

En resumen, estas medidas representan el endurecimiento más fuerte de la política hacia Cuba desde la era Obama y confirman el regreso de una estrategia de máxima presión. Mientras algunos congresistas aliados de Trump celebraron la decisión como un golpe al gobierno cubano, voces críticas advirtieron que el memorando profundiza las dificultades económicas del pueblo y cierra las vías de diálogo abiertas por un periodo corto por la administración anterior.