LUMA con $191 millones para despejar vegetación: ¿Por qué las líneas siguen sin limpiar?
Documento en poder de INDIARIO revela solo han despejado 74 de casi 1,350 millas aprobadas por FEMA, quien ya obligó $104.5 millones para esos fines


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A pesar de que LUMA Energy tiene acceso a $191 millones para realizar labores de desganche y limpieza de vegetación en Puerto Rico, gran parte de los trabajos aún no han comenzado, de acuerdo con información obtenida por INDIARIO a través de una fuente con conocimiento directo del Plan de Manejo de Vegetación anunciado el verano pasado y que supondría un gasto de $1,200 millones.
De acuerdo con un documento en poder de este medio, el cual ha sido discutido en reuniones oficiales desde la Fortaleza, la empresa ha solicitado adelantos de capital (“Working Capital Advance”) para iniciar las obras de despeje en al menos cinco regiones, incluyendo San Juan, además de contar con $104.5 millones en fondos ya obligados por FEMA bajo las secciones 428 y 406. Sin embargo y hasta la fecha, apenas ha ejecutado 74.14 millas de limpieza —equivalente apenas al 10% del total aprobado– y solo para el proyecto de la región de San Juan.

La fuente cuestionó la supuesta falta de acción del consorcio en plena temporada pico de huracanes, lo cual genera preguntas legítimas. ¿Por qué LUMA arrastra los pies? ¿Qué impide la ejecución plena de estos proyectos si el dinero ya está disponible?
Los números no dejan lugar a dudas, pues FEMA ha aprobado proyectos de desganche en las regiones de San Juan, Caguas, Mayagüez, Arecibo y Ponce. Además, la fuente reveló que LUMA Energy incluyó $87 millones adicionales en su propio presupuesto operacional del año fiscal 2025–2026 para estos fines, lo cual acrecenta las preocupaciones sobre el uso de los dineros para solucionar un problema que se sigue repitiendo en detrimento de los abonados residenciales y comerciales.
A pesar de contar con esa combinación de fondos estatales y federales y de haber solicitado adelantos para poder iniciar las labores, la mayoría de los tramos no han sido intervenidos, según el informante. Esto incluye líneas críticas de transmisión, como el segmento de 125 kV entre Canóvanas y Palmer, y otras en Arecibo, Bayamón, Ponce y Mayagüez.
Esta omisión no solo contradice el objetivo de mejorar la confiabilidad del sistema eléctrico, sino que pone en riesgo la estabilidad del servicio durante eventos meteorológicos severos.
La fuente de INDIARIO con conocimiento directo del proceso señaló que el problema no es el dinero.
“Lo que no tienen es la gente para hacer el trabajo", afirmó. En otras palabras, el cuello de botella estaría en la falta de brigadas y planificación operativa, no en la financiación.
Esta situación ha despertado indignación pública, sobre todo tras la más reciente interrupción del sistema energético en medio del huracán Erin. Si los recursos existen y están asignados, ¿por qué no se ha actuado preventivamente para evitar apagones predecibles?
El documento y la fuente evidencian una desconexión preocupante entre el acceso a fondos y la capacidad de ejecución, lo que agrava la percepción de ineficiencia y pone en entredicho el manejo de la infraestructura energética en momentos donde la preparación y la respuesta rápida son vitales y durante un momento crítico en que se debate si el contrato de LUMA Energy será o no rescindido por incumplimento contractual.