COLUMNA: Los dos frentes de batalla en Puerto Rico

El Lcdo. Rivera opina que "de un lado, [está] la gente que trabaja declara cada dólar y cumple con la ley; del otro, quienes operan en la sombra".

Por Carlos Rivera Santiago
Opinión|Jun 4, 2025
Lcdo. Carlos J. Rivera Santiago
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En Puerto Rico habitan aproximadamente 3.2 millones de personas, según el State Data Center (SDC-PR). De ellas, sólo 1.16 millones trabajan en la economía formal, mientras la participación laboral ronda un 44.9 %. Esta brecha evidencia una desigualdad creciente entre quienes sostienen al fisco con sus contribuciones y quienes, sin aportar o haciéndolo mínimamente, exigen y disfrutan los mismos servicios públicos.

Esa realidad ha dividido a Puerto Rico en dos frentes de batalla: de un lado, la gente que trabaja declara cada dólar y cumple con la ley; del otro, quienes operan en la sombra, no reportan ingresos y se benefician de ayudas diseñadas para que sean transitorias pero se perpetúan como un estilo de vida. Esto alimentado por un discurso que a veces criminaliza al empresario y glorifica el recibir compensaciones sin trabajar, empuja a muchos a la economía informal y acentúa una guerra silenciosa donde, por ahora, los evasores llevan una marcada ventaja.

La pobre fiscalización de ciertas ayudas e incentivos facilita esa economía subterránea: es posible recibir subsidios de alimentos o vivienda y, al mismo tiempo, generar ingresos que no se reportan. Mientras tanto, el comerciante que cumple se ve forzado a pagar más y afrontar trámites cada vez más onerosos para competir contra servicios que operan desde la economía subterránea observado públicamente por todos. El resultado es una pérdida doble: menos recaudos para escuelas, hospitales, carreteras y servicios, así como una mayor frustración entre quienes sí cumplen con la Ley.

Pero esta batalla no la ganará Puerto Rico si la ciudadanía justifica la evasión como un “mal necesario” o “el gobierno es quien roba” , cuando estas acciones nos autoinfligen un daño a todos en la isla. Reclamar licencias o registros, formalizar un negocio, orientarse sobre permisos y rechazar la trampa y el truco son actos de solidaridad con los demás puertorriqueños que depende de servicios esenciales y con el empresario puertorriqueño que apuesta por crecer dentro de la ley. Todo dólar correctamente declarado fortalece el camino hacia un Puerto Rico justo y próspero, actuar en contrario atenta contra nuestro desarrollo económico.

Esta batalla aún no ha culminado, la misma está en una etapa crítica, debemos tomar una determinación como Pueblo si queremos progresar y subsistir… ¿de qué lado estás tú?

El Lcdo. Carlos J. Rivera Santiago, fungió como Secretario del Departamento de Trabajo y Recursos Humanos de Puerto Rico. Su trabajo como secretario fue crucial para la gestión de miles de reclamos de desempleo y subsidios de desempleo, especialmente durante la pandemia, ayudando a estabilizar las operaciones del departamento, detectar fraudes y facilitar la distribución de ayuda a los ciudadanos.