EDITORIAL: Congresista Demócrata Nydia Velázquez rechaza la estadidad para su Puerto Rico
Mientras impulsa políticas para proteger a quienes ingresan sin autorización a Estados Unidos, se mantiene firme en negar a los puertorriqueños la igualdad
Por Redacción InDiario|Opinión|

La congresista puertorriqueña Nydia Velázquez, nacida en Yabucoa, Puerto Rico y figura prominente del Partido Demócrata en Washington, reiteró su oposición a la estadidad para Puerto Rico en entrevista con El País.
Velázquez declaró que “Puerto Rico jamás se convertirá en Estado, porque se necesitan 60 votos en el Senado, y eso nunca sucederá”. Añadió que no se debe “imponer la estadidad” y que el proceso debe incluir alternativas como la independencia o la libre asociación, lo cual implica que la congresista demócrata no sería uno de los 60 votos a favor de la estadidad.
En el pasado, Velázquez también ha mostrado oposición activa al Puerto Rico Status Act, la medida que buscaba encaminar un plebiscito vinculante para resolver el estatus político de la isla.
Además, la congresista, en alianza con la también congresista de ascendencia puertorriqueña Alexandria Ocasio-Cortez, ha promovido ambigüedad sobre el proceso de autodeterminación de Puerto Rico, respaldando propuestas que, según críticos, diluyen el mandato electoral expresado en los plebiscitos recientes.
La legisladora, quien goza plenamente de la estadidad al residir en Nueva York, provocó reacciones encontradas en la isla. Críticos señalan que Velázquez, una ávida defensora de que inmigrantes ilegales entren al país, reciban beneficios y eventualmente se conviertan en ciudadanos, adopta una postura distinta cuando se trata de sus propios conciudadanos.
Mientras impulsa desde Washington políticas para ofrecer ciudadanía y protecciones a quienes ingresan sin autorización a Estados Unidos, se mantiene firme en negar a los puertorriqueños la igualdad política, económica y representativa que podría brindar la estadidad.
Sus expresiones surgen en un momento en que el debate sobre el estatus vuelve a tomar fuerza en la capital federal y reavivan la discusión sobre la coherencia, o falta de ella, en el liderato político que habla sobre Puerto Rico desde el extranjero.