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El presidente de los Young Republicans, Edwin Rivera Otero, agradece a los veteranos y pide igualdad de derechos para los puertorriqueños que sirven a EE. UU.

Participar en la milicia es un acto de valentía y honor ante los retos y oportunidades que provee servir a la nación más poderosa del mundo: los Estados Unidos de América. Es importante que no dejemos pasar por alto la historia para comprender los muchos movimientos que han llevado a que los soldados puertorriqueños que sirven en el ejército estadounidense sean una pieza clave en el desarrollo estratégico y militar de la nación. La posición geográfica de Puerto Rico es crítica para la defensa de nuestra nación.
Desde 1917, con la Ley Jones, se nos permitió obtener la ciudadanía estadounidense, lo que hizo posible que los puertorriqueños residentes en la isla fuéramos elegibles para participar en el servicio militar. Al cumplir los 18 años, estamos requeridos a registrarnos en el Servicio Selectivo si deseamos recibir la beca Pell Grant para poder estudiar en la universidad. En un recuento de más de 70 años, Puerto Rico ha tenido un historial lleno de trabajo, sacrificio y estrategia en las bases militares establecidas en la isla.
Luego de que el presidente Donald J. Trump declarara la guerra contra el narcotráfico en Venezuela, con Nicolás Maduro como cabecilla de la organización en ese país y una recompensa de más de 50 millones de dólares por su captura, Puerto Rico aumentó su potencial estratégico en materia de Seguridad Nacional, dada su cercanía con el territorio venezolano. La visita del Secretario de Guerra a la isla fue un evento sin precedentes que reafirma el compromiso de la administración del presidente Trump de mantener una política pública firme en defensa de la seguridad nacional, cerrando las fronteras ante la entrada de criminales a territorio estadounidense.
Cabe señalar que, mientras Puerto Rico es parte de la frontera contra el comunismo y el narcotráfico impulsado por el régimen de Nicolás Maduro, existen cerca de 10,000 militares activos en la isla que defienden nuestra nación y la democracia, sin tener el poder más importante que otorga la Constitución de los Estados Unidos: el derecho al voto. Los veteranos son una pieza esencial en nuestra sociedad, pues aproximadamente 227,000 puertorriqueños han participado en distintos conflictos bélicos a lo largo de la historia, sin poder votar por su Comandante en Jefe, el Presidente de los Estados Unidos de América.
Actualmente, en Puerto Rico hay más de 71,000 veteranos que, por vivir en la isla, reciben un trato desigual bajo leyes federales. Estos mismos hombres y mujeres sirvieron a la nación y lucharon por mantener el orden y la democracia, sin gozar de todos los beneficios y privilegios que les corresponderían por el simple hecho de residir en Puerto Rico.
En síntesis, hoy más que nunca debemos honrar a nuestros veteranos y soldados activos, no solo con palabras, sino con acciones concretas que reflejen respeto hacia quienes han defendido nuestra nación. Puerto Rico es una isla que ha demostrado humildad y valentía ante el llamado de la defensa de la democracia bajo la bandera de los Estados Unidos de América. Reconocer el sacrificio de nuestros militares implica también reconocer su derecho al voto y su representación real ante quienes son responsables de enviarlos a la guerra. La historia es clara: los ciudadanos americanos que vivimos en Puerto Rico no tenemos miedo de servir; la decisión está ahora del lado del Congreso, que debe garantizar finalmente que tengamos todos los derechos que nos corresponden como ciudadanos americanos. Gracias por su servicio y por defender a nuestra nación americana.
