La juventud despierta: el verdadero opositor de la izquierda en Puerto Rico
La autora sostiene que la izquierda en Puerto Rico —ejemplificada en Rafael Bernabe— no tolera expresiones que se salgan de su “libreto ideológico
Por Ana Sofía Santiago-Russe|Opinión|

La izquierda en Puerto Rico, representada por figuras como Rafael Bernabe, no tolera nada que no se ajuste a su curadísimo libreto ideológico.
Lo vemos claro: intentan tergiversar y ridiculizar un simple acto de jóvenes y familias que lo único que busca es honrar la vida y trabajo de Charlie Kirk a través de la unión, oración, adoración y memoria. No se trata de un evento político ni partidista, sino un encuentro ciudadano de fe y reflexión.
Sin embargo, la reacción fue inmediata: ataques, burlas e intentos de deslegitimar hasta el gesto más pacífico. Esa actitud dice más de ellos que de nosotros… Cuando un político con décadas de carrera decide invertir su tiempo en criticar a jóvenes por recordar a un líder cristiano y conservador, eso no es valentía ideológica, es pura inseguridad.
Bernabe se autodefine como “socialista democrático”, un término elegante para una ideología comprobablemente ilegítima, desgastada y peligrosa. Bajo las banderas marxistas del feminismo radical, ambientalismo ideologizado y un anticolonialismo ambiguo, lo que promueve en realidad es un gobierno cada vez más grande y controlador, alejado de la libertad individual y hostil a los valores de la fe que asentaron las bases de nuestra Tierra.
Es el mismo libreto que ya ha fracasado en cada país que acapara.
Lo que más molesta a la izquierda no es Charlie Kirk, ni siquiera el acto en su memoria. Lo que los incomoda es lo que representa: una generación que no se deja adoctrinar, que no teme levantar su voz, que defiende su fe y sus convicciones sin complejos. Jóvenes que saben que su identidad no está en modas ideológicas pasajeras, sino en la verdad que permanece.
Por eso nuestra reunión será un testimonio. No de confrontación, sino de esperanza. Vamos a adorar a Dios, a levantar nuestra voz y a afirmar que en Puerto Rico existe una juventud despierta, libre y valiente. Una juventud que no se deja intimidar por burlas ni etiquetas, porque entiende que el futuro de nuestra Isla se construye sobre la fe, la familia y las libertades.
Eso es lo que de verdad los asusta.
Pueden atacarnos, pueden ridiculizarnos, pero jamás nos van a detener.