Carteles reforzaron sus rutas de narcotráfico en el Caribe
“El objetivo principal es Puerto Rico", dijo el Agente Especial a Cargo de la DEA en Puerto Rico, Michael A. Miranda, para desacelerar la llegada de la droga

Mientras la administración de Donald Trump ordenó el despliegue de buques de la Marina de Estados Unidos en el Caribe como parte de su ofensiva contra los carteles sudamericanos, la Administración de Control de Drogas (DEA) destacó que la cantidad de cocaína traficada en la región aumentó más de un 10 por ciento el año pasado.
En entrevista con INDIARIO, el Agente Especial a Cargo de la DEA en Puerto Rico, Michael A. Miranda, advirtió que la Isla, un histórico punto de trasbordo de narcóticos, ha cobrado mayor relevancia para las organizaciones criminales debido a cambios en sus operaciones para introducir cocaína hacia la costa este de Estados Unidos.
“El objetivo principal es Puerto Rico. Hemos puesto en vigor varias estrategias para combatir este aumento, pero la droga sigue llegando a un paso rápido. En parte esto se debe a la atención puesta en la frontera (sur de Estados Unidos). Los carteles han cambiado su dirección para introducir la droga al territorio continental. Sí, hemos visto este aumento desde que esta administración concentró su enfoque en la frontera”, sostuvo Miranda, quien recibió a este medio en las oficinas de la DEA en Guaynabo.
Aunque gran parte de la droga que entra en la Isla se transporta luego a Estados Unidos, el costo de la cocaína se ha reducido significativamente en Puerto Rico, aparentemente por su abundancia en la región del Caribe. Un kilo se puede adquirir por unos $8,000 en las calles locales, mientras que en el mercado estadounidense su precio puede triplicarse. Estas cifras son mucho más bajas que durante el auge del contrabando en las décadas de los 80 y 90. Un informe de las Naciones Unidas publicado el año pasado confirma esta tendencia, atribuyendo la caída de precios a los bajos costos de producción.
La DEA también advierte que Puerto Rico, como última parada del tráfico hacia Estados Unidos, registra un aumento en las actividades de consumo y gasto derivadas del narcotráfico. Conciertos y fiestas patrocinadas por individuos vinculados a estas redes —que recuerdan a los eventos de antiguos capos— se observan con más frecuencia, lo que enciende nuevas alertas para las autoridades federales.
Paralelamente, Trump emitió una directriz que autoriza el uso de fuerzas militares contra carteles, con énfasis en México, Colombia y Venezuela. La movilización de buques de guerra cerca de las costas de Venezuela, otro punto clave en el trasiego de cocaína hacia Estados Unidos, ha suscitado dudas sobre un posible ataque militar en ese país.
Si bien los principales productores de cocaína son Colombia, Perú y Bolivia, los puntos de trasbordo más relevantes en el Caribe son actualmente la República Dominicana y Puerto Rico. A diferencia de la Isla, la República Dominicana ha expandido sus rutas hacia Europa, lo que amplía su papel dentro del mapa internacional del narcotráfico.
Ante este cuadro de tensión militar, las autoridades federales han expandido su lucha contra las drogas sintéticas, particularmente el fentanilo. Aunque en Puerto Rico la cantidad de esta sustancia traficada es significativamente menor que en Estados Unidos, los estragos han sido graves. Miranda señaló que el fentanilo pudo haber comenzado a traficar en la Isla hace cinco años y que muertes por sobredosis pudieron haber pasado desapercibidas. Estadísticas recopiladas por la DEA revelan 1,683 muertes por sobredosis de fentanilo en Puerto Rico entre 2022 y 2024.
Lo que resulta especialmente peligroso es que la sustancia se mezcla en el bajo mundo con otras pastillas, como Xanax y Percocet, y en ocasiones los usuarios desconocen si está presente en la droga que inhalan, inyectan o ingieren.
“Parte del proceso ha sido la identificación. Puede que se hayan registrado sobredosis antes, pero como no estábamos haciendo pruebas, no lo estábamos buscando y no lo sabíamos. Con la nueva atención, ahora sí estamos haciendo pruebas y estamos viendo que está creciendo aquí en Puerto Rico”, indicó Miranda.